El caldo primordial, más conocido popularmente como sopa, es una mezcla hipotética de condiciones y sustancias que tuvieron lugar en la superficie terrestre y en la atmósfera antes de la aparición de la vida en Tierra. Esta es una de las teorías científicas más extendidas y aceptadas en la actualidad acerca del origen de la vida en nuestro planeta.
La sopa primitiva o caldo primigenio es el punto central de la hipótesis de Oparin.
El concepto se debe al biólogo ruso Aleksandr Oparin.En 1924 postuló esta hipótesis, centrada en la sopa primitiva, de que el origen de la vida en la Tierra se debe a la evolución química gradual a partir de moléculas basadas en el carbono, todo ello de manera abiótica.
Como aclaración, decir que en el ámbito de la biología y la ecología, el término abiótico se refiere a aquello que no es biótico, es decir, que no forma parte o no es producto de los seres vivos, como los factores inertes: climático, geológico o geográfico, presentes en el medio ambiente y que afectan a los ecosistemas.
Por lo que Aleksandr Oparin se refería a que el “chup chup” que le dio el toque final a los ingredientes que había en el caldo – carbono, nitrógeno e hidrógeno mayoritariamente- fueron los rayos ultravioletas y energía eléctrica.
El resultado es que se generarían unas estructuras simples de ARN, material que sigue hoy en día presente en nuestras células y es necesario para que su “hermano” famoso, el ADN, pueda actuar.
La sopa primitiva o caldo primigenio es el punto central de la hipótesis de Oparin.
El concepto se debe al biólogo ruso Aleksandr Oparin.En 1924 postuló esta hipótesis, centrada en la sopa primitiva, de que el origen de la vida en la Tierra se debe a la evolución química gradual a partir de moléculas basadas en el carbono, todo ello de manera abiótica.
Como aclaración, decir que en el ámbito de la biología y la ecología, el término abiótico se refiere a aquello que no es biótico, es decir, que no forma parte o no es producto de los seres vivos, como los factores inertes: climático, geológico o geográfico, presentes en el medio ambiente y que afectan a los ecosistemas.
Por lo que Aleksandr Oparin se refería a que el “chup chup” que le dio el toque final a los ingredientes que había en el caldo – carbono, nitrógeno e hidrógeno mayoritariamente- fueron los rayos ultravioletas y energía eléctrica.
El resultado es que se generarían unas estructuras simples de ARN, material que sigue hoy en día presente en nuestras células y es necesario para que su “hermano” famoso, el ADN, pueda actuar.
¿Cuál es la teoría del caldo primordial?
Los primeros compuestos orgánicos, considerados no vivos, fueron acumulándose con el paso del tiempo en las primeras masas de agua, dando así lugar al caldo primordial.
Fue entonces cuando las moléculas orgánicas simples reaccionaron y formaron moléculas de mayor complejidad, como las proteínas y los ácidos nucléicos.
Estas moléculas empezaron a agregarse en un determinado momento, dando así inicio a la formación de la primera forma de vida. Este proceso comenzó hace 4.410 millones de años, y los primeros océanos y mares se formaron hace aproximadamente 4.000 millones de años.
Principios de la sopa primordial
La teoría de la sopa primordial también recibe el nombre de hipótesis de Opartin Haldane, e incluye una serie de principios básicos.
1. La atmósfera primigenia era reductora y a lo largo del tiempo se vio sometida a diferentes formas de energía, como enormes descargas eléctricas y temperaturas muy elevadas. Fue esto lo que favoreció la formación de compuestos orgánicos simples.
2. Los compuestos orgánicos simples se acumularon en un caldo en las primeras masas de agua, con mayor concentración en las líneas costeras.
3. Estos compuestos se fueron combinando entre sí, dando lugar a polímeros más complejos, a partir de los cuales surgió la vida.
Lo más curioso, aunque no exento de críticas, es que se ha logrado en laboratorio la formación de moléculas orgánicas. A partir de la recreación de las condiciones de aquella sopa primitiva por parte de Stanley Miller, científico de la Universidad de Chicago,que en 1953 introdujo agua, metano, amoníaco e hidrógeno en un recipiente de vidrio para simular las supuestas condiciones de la Tierra primitiva.
La mezcla fue expuesta a descargas eléctricas y, una semana después, una cromatografía en papel mostró que se habían formado varios aminoácidos y otras moléculas orgánicas.
Lo más curioso, aunque no exento de críticas, es que se ha logrado en laboratorio la formación de moléculas orgánicas. A partir de la recreación de las condiciones de aquella sopa primitiva por parte de Stanley Miller, científico de la Universidad de Chicago,que en 1953 introdujo agua, metano, amoníaco e hidrógeno en un recipiente de vidrio para simular las supuestas condiciones de la Tierra primitiva.
La mezcla fue expuesta a descargas eléctricas y, una semana después, una cromatografía en papel mostró que se habían formado varios aminoácidos y otras moléculas orgánicas.
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